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La soldadura es una tarea crítica en cualquier proceso productivo: determina la robustez, la precisión e incluso en ocasiones excepcionales el acabado de una pieza y, por lo tanto, su grado de calidad. Aunque existen diferentes formas de llevar a cabo la soldadura de materiales termoplásticos, en IDELT apostamos por la soldadura por ultrasonidos como la manera más eficaz de realizar este proceso por su rapidez y sencillez y por la calidad de los acabados de las piezas.

La soldadura por ultrasonidos es un proceso de calor por fricción que se utiliza para unir piezas termoplásticas. Durante el proceso se genera un campo electrodinámico de alta frecuencia en la punta metálica que provoca una vibración en el material plástico con el que está en contacto. Este ejercicio libera un calor que, gracias a la presión y una vez enfriado, consigue una unión sólida entre dos componentes.

Para realizar el proceso se deben juntar las dos piezas de plástico y aplicar ultrasonidos a la unión a través de la punta metálica. Al activar el dispositivo se genera una longitud de onda ultrasónica en rangos que van desde los 20 a los 40 kilohercios (kHz) por segundo para soldar las piezas. Las frecuencias más altas reducen las vibraciones y mejoran la soldadura de polímeros termoplásticos de ingeniería y los polímeros reforzados, pero también se emplean para piezas pequeñas y para componentes que precisan una menor degradación del material.

A medida que las longitudes de onda pasan a través de las partes de plástico se transforman en energía térmica debido a la fricción. El proceso continúa hasta que el plástico alcanza su punto de fusión y las dos piezas se sueldan juntas. En el momento en que el proceso se detiene el plástico empieza a enfriarse y la unión, a solidificarse, mientras la máquina aplica presión para optimizar el resultado. El proceso concluye cuando la bocina ultrasónica se retira, y los dos componentes ya se han convertido en una única pieza.

La soldadura ultrasónica ofrece varias ventajas sobre los métodos de producción tradicionales a la hora de conseguir los mejores acabados.

  • Se trata de un proceso rápido, que apenas dura unos segundos en la mayoría de los casos.
  • Gran capacidad de llegar en geometrías complejas
  • Individualización de los puntos de soldadura a través de cabezales individuales
  • Es aplicable tanto a materiales termoplásticos como a componentes metálicos como el cobre, el aluminio o los contactos en las placas de circuitos.
  • La soldadura ultrasónica resulta mucho más segura que los procesos convencionales en términos de safety porque suprime la generación de gases, humos, luz UV brillante y otras preocupaciones que puedan plantear riesgos de seguridad.
  • Ofrecen una robustez y durabilidad equiparable e incluso superior a las soldaduras generadas con métodos convencionales.
  • Se puede controlar el suministro de energía mediante el control digital del proceso.
  • Ofrece unos parámetros de calidad constantes.
  • Es respetuoso con el medio ambiente.
  • El proceso se desarrolla con un bajo consumo de energía.
  • No necesita disolventes ni aditivos.
  • La maquinaria no necesita dedicar un tiempo al calentamiento ni causa daños a las piezas cuando sufre una parada de actividad.

En el caso de IDELT estas ventajas permiten situarnos en vanguardia tanto en la producción como en el prototipado de piezas de plástico y metálicas para adecuarnos a las necesidades de nuestros clientes con independencia del sector productivo al que pertenezcan.

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