El escaneo del horizonte o la prospectiva tecnológica en salud no es algo de hoy, es un proceso que se implementó hace muchos años en el mundo y en el que Euskadi se sumó formando parte de un organismo internacional como es EuroScan /i-HTS desde 1998. El conocer cuales son las tendencias tecnológicas y el anticiparse con información suponen una ventaja competitiva para poder responder de manera más informada a los retos tecnológicos que se prevén y el poder establecer prioridades sobre la base de las necesidades locales. Mejora asimismo la relación con los proveedores de innovación y los innovadores ya que el salto disimétrico de conocimiento es menor y se puede hablar en un mismo plano de información, lo cual redunda en acuerdos más satisfactorios desde ambas partes. Asimismo, permite que se puedan realizar ejercicios proactivos de diálogo que pueden redundar en la mejora y adaptabilidad de las tecnologías que están en desarrollo en procesos denominados de consejo y diálogo temprano.

Primero hay que tener un conocimiento de las necesidades de cada uno de los sistemas de salud (las necesidades son contexto dependiente) para harmonizar lo que se desarrolla con las brechas que presentan los sistemas de salud. En este sentido, el rol de los pacientes, los profesionales y los gestores es fundamental. Muchos desarrollos prometedores se han apartado porque no respondían a las necesidades y porque no han contado con la participación de los grupos interesados en su concepción, diseño y producción. En el caso de los procesos evaluativos que se llevan a cabo por nuestro servicio de evaluación Osteba y en nuestro sistema, la participación de los pacientes, profesionales y gestores se realiza de manera sistemática lo que asegura que el proceso tenga más garantías de éxito.

Nace a raíz de la transformación organizativa del propio sistema de salud de Euskadi y para responder a la nueva realidad que se imponía con una transición hacia un sistema de salud integrado, trabajando en red y poniendo la innovación e investigación de salud en primera línea de la agenda del sistema vasco de salud. El sistema sanitario cambiaba y la investigación e innovación no podían ser ajenas a dichos cambios. Los objetivos que se marca actualmente van relacionados con la consolidación del sistema y la nueva realidad con 4 institutos de investigación constituidos, una presencia nacional e internacional más consolidada y con nuevos retos como las nuevas terapias avanzadas, la personalización, la fabricación aditiva, la inteligencia artificial… Son tendencias que hemos identificado en nuestro sistema de escaneo del horizonte y que debe ser considerada su implantación en nuestro sistema de la mejor manera posible y sobre la base de nuestras necesidades y prioridades.

Uno de ellos es la confianza, especialmente en el caso de los desarrollos basados en Inteligencia Artificial (IA). Se habla ya de dispositivos con IA para la toma de decisión de tres tipos: informativos, prescriptivos y autónomos. Ciertamente, estamos en un punto en el que las ayudas para la decisión están bien asumidas sobre todo cuando hay una certidumbre que se eliminan prácticas que no aportan valor sin riesgo a la seguridad. Esto se está implementando en cribados de imágenes en los que se eliminan ciertamente aquellas que claramente no tienen trazas de malignidad o patología con un 100% de verdaderos negativos. Lo que no está tan claro es cuando pasamos a la parte de diagnóstico y no de cribado o cuando dotamos al sistema de autonomía. Dados los nuevos desarrollos, algunos derivados de la combinación de datos y su análisis mediante redes neuronales que aprenden de manera continua, la frontera aquí está en dos planos: a) en la curación de los datos iniciales que alimentan las redes y b) en el convencimiento de que los modelos no cuentan para incrementar su validez con variables confusoras que maximicen una rama frente a otra e induzcan a error. En estos casos, las explicaciones de los modelos basados en IA no son tan sencillas como la de los modelos estadísticos más clásicos. La IA aplicada a muchos campos, pero especialmente a la salud en situaciones críticas que pueden poner en peligro la seguridad de los pacientes está en un momento incipiente. Sin embargo, las ayudas informativas o prescriptivas ligadas a procesos de filtrado seguros, si que suponen una ventaja competitiva actual. Incluso se está barajando cuando las alternativas pueden contar con mayores riesgos. Aquí otro rol fundamental será el que juegue la legislación y los legisladores, dado que la responsabilidad última recae en el productor y no en la persona usuaria, excepto en casos flagrantes de negligencia en el uso. Otros desarrollos van a afectar a los dispositivos como posibles modificaciones de las regulaciones de la UE 745 y 746 referidas a dispositivos médicos y pruebas diagnósticas. Además de la concepción de que no se pueden desagregar dispositivos diagnósticos de los tratamientos o manejos diferenciales de los pacientes cuando estamos hablando de resultados finales. El rol de la fabricación aditiva en salud (permite una mayor personalización) y el de las terapias mínimamente invasivas, incluida la robótica debería ser considerados en un plano más cercano porque ya empiezan a ser estándares de práctica en algunos casos.