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La tecnología crece a pasos agigantados, lo que ha permitido desarrollar distintas técnicas de impresión, entre las cuales se encuentra la tampografía. Esta técnica es muy eficiente para estampar distintos productos Lo curioso acerca de este método es que es bastante nuevo. La historia de la tampografía comienza en Suiza a finales de los años 60 como solución a las necesidades de la industria relojera. La primera máquina de tampografía era manual y se usaban tampones de gelatina. 

Esto con la finalidad de no maltratar los relojes, para disminuir costes y tiempo de decoración. Con el paso del tiempo, este método se ha industrializado, por lo que hoy en día se emplean almohadillas de silicona con una forma determinada para impregnar el objeto con tinta. 

El proceso de la tampografía

Se dispone de una placa que puede ser tanto de metal como de plástico, la cual se cubre con una emulsión fotosensible sobre la que se graba la imagen que se desee estampar.  El grabado con la imagen se llena de tinta, que luego es tomada por el tampón para posteriormente presionarlo contra el objeto y estampar el logo o imagen deseada. 

Este proceso se lleva a cabo mediante una máquina dotada con las almohadillas de silicona, aunque el objeto si debe colocarse manualmente sobre la superficie para que se haga la impresión. En caso de que se requiera de más color, se realizan diversos estampados sucesivos con distintos sellos, todos con tipos de tinta diferentes. 

Ahora bien, este método de impresión ofrece diversas ventajas en cuanto a coste, versatilidad y rapidez. En seguida te explicaremos cada uno de los beneficios que aporta esta técnica. 

Ventajas de la tampografía 

Baja inversión  

Resulta que la tampografía es una de las técnicas de impresión más baratas. A diferencia de otros métodos de marcado, con la tampografía se puede cambiar los gráficos, la tinta y la química de manera rápida, lo cual resulta mucho más económico. 

Se puede usar en distintas superficies

También es oportuno mencionar la flexibilidad que ofrece. Ya que, al emplear almohadillas o tampones de silicona, se puede adaptar fácilmente a distintas superficies, incluso se puede emplear para estampar botellas plegables, objetos cilíndricos o con curvas. Algunos artículos estampados con tampografía son: bolígrafos, tazas, tapas de botellas, microcomponentes, teclas de teclado y calculadora, llaveros, joyas, insignias, etc. 

Es adaptable 

Asimismo, es un método versátil con el que se puede hacer distintos tipos de logotipos, inclusive logos con detalles o letras pequeñas. Claro, cuando se trata de diseños complicados, lo más conveniente es usar otro tipo de técnicas, aunque, de igual forma, con la tampografía se pueden realizar gran variedad de logos.  De hecho, es muy usada para imprimir en piezas pequeñas, objetos irregulares y frágiles como componentes electrónicos, gracias a que ofrece un acabado nítido y de calidad. 

Se realiza en poco tiempo 

Aunado a eso, se trata de un proceso rápido, mediante el cual se pueden personalizar grandes volúmenes de artículos , en un periodo de tiempo mucho menor en comparación con otras técnicas. Únicamente se prepara el objeto y se ubica en la superficie y el equipo realiza el resto del trabajo. 

Diferencia entre la tampografía y la serigrafía  

Existen algunas similitudes entre la serigrafía y la tampografía. Son técnicas con las cuales se pueden realizar logotipos de distintos colores y ambas ofrecen durabilidad. No obstante, es importante señalar algunas  diferencias que son importantes, lo cual es fundamental al momento de elegir entre una u otra. 

En primer lugar, la tampografía ofrece mayor versatilidad si de personalizar se trata, ya que se adapta fácilmente a cualquier superficie, inclusive aquellas superficies que son irregulares. Todo lo contrario, ocurre con la serigrafía circular, donde la adherencia de la almohadilla es más complicada.  

En segundo lugar, está la aplicación de colores. Con la tampografía, es posible aplicar tintas de forma sucesiva, pero con la serigrafía es necesario dejar pasar un periodo de tiempo para que la tinta pueda secarse, antes de realizar el siguiente estampado. 

Por último, la serigrafía se emplea para realizar logotipos de gran tamaño. En cambio, con la tampografía se pueden realizar diseños pequeños y medianos gracias al tamaño de la almohadilla de silicona. Las áreas de marcaje determinarán la elección entre estas dos técnicas de impresión. 

Idelt te brinda soluciones integrales 

Uno de los procesos complementarios o post procesos que ofrecemos a nuestros clientes es la tampografía, por lo que nuestro servicio es integral. También contamos con servicio de pintura de cobre para apantallamiento electromagnético, serigrafía, grabado láser y soldadura por ultrasonidos. 

Mediante el uso de todas estas técnicas aportamos soluciones a nuestros clientes, realizando artículos con acabados perfectos y convirtiendo cada objeto en una pieza distintiva. 

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